Los sindicalistas gobiernan nuestro país

Los sindicatos desde que aparecieron en la vida política del país han ido construyendo estructuras de poder paralelas a la de la política tradicional, y bajo reglas que no siempre han sido claras.

Hoy nadie puede menospreciar ese poder. Incluso muchos sindicatos, y sindicalistas, manejan cajas y ostentan un poder aún mayor al de varios gobernadores, y nadie duda que hoy a su voluntad pueden ser factores desestabilizadores de un gobierno elegido por el pueblo.
Creo que lo preocupante no es ese poder constituido tras años y años de lucha de trabajadores argentinos por sus derechos; creo que lo peligroso es esa falta de marco legal claro, o al menos insuficiente, que regula a los sindicatos y que los vuelve hoy máquinas predadoras descontroladas y cajas negras ideales para la corrupción y la mafia.

Así como en el Estado, las instituciones republicanas nos defienden de inescrupulosos con ideas de perpetuidad, obligando la periodicidad de los funcionarios en sus cargos (presidente, gobernadores) y que a pesar de todas sus falencias nos resguarda todavía, ¿no sería bueno que los sindicatos tambien se atuvieran a las ideas republicanas? ¿Porqué seguimos viendo años y años las mismas caras de sindicalistas multimillonarios que manejan a gusto y antojo las cajas de los afiliados, a los cuales sin duda estafan?

Creo que a los sindicalistas hay que ponerles un coto. Pero los políticos saben que no pueden, porque les tienen miedo. El poder que manejan y las formas extorsivas en que éste se convierte amerita el deber de que sus elecciones sean transparentes, que sus líderes se renueven impidiendo la reelección indefinida y la existencia de oposición interna y control.
Pocos Agustín Tosco, demasiados Luis Barrionuevo y Hugo Moyano...

La ciudad otra vez rehén de los sindicalistas

Somos víctimas de los matones y extorsionadores de siempre una vez más. El sindicato de los choferes de ómnibus (UTA) una vez más nos usa de rehenes a todos los usuarios, a todos los cordobeses, y eso indigna. Indigna más porque sus razones no son atendibles. Para nada.
Vamos a tener que pagar el boleto más caro del país para tener un servicio deficitario y para poder pagarles los desproporcionados sueldos a esto tipos.
Pretenden ganar más de $5000 promedio cuando todos sabemos que es totalmente fuera de la realidad ese sueldo para cualquier trabajador. Y las maestras peleean para que les aumenten el básico a $1400. Y son maestras. Y los médicos públicos ganan miserias. Y son médicos.
No es por despreciar la importante tarea que cumplen los choferes del tranposte público, pero sin dudas no llega ni a la mitad del rol social que cumplen maestras y médicos, y ni hablar de la preparación que se requiere. Médicos y maestras son profesionales capacitados –¡los médicos estudian 10 años!-, mientras que para ser colectivero basta una semana de entrenamiento para conducir la mole a ruedas y violar cuanta norma de tránsito exista.
Ojalá todos los trabajadores pudieran ganar lo que los colectiveros y tener su poder adquisitivo, ese es un deseo para todos, pero totalmente fuera de la realidad si nos ponemos a comparar; es cuando se nos hace más que evidente que si estos tipos cobran lo que cobran es porque extorsionan al Municipio de la ciudad para lograrlo. Saben que tienen la sartén por el mango, y el mango también.
¡¿Qué pasa con el intendente Giacomino?! ¡Hasta hace unos días se mostraba como una fiera en defensa de los intereses de los ciudadanos conforntando con delegados del gremio de empleados municipales (Suoem – otro nido mafioso donde su Secretario General Ruben Daniele comanda la Municipalidad paralela desde hace incontables años) pero ahora es un gatito a la hora de hablar con los choferes!
Señor Giacomino: la gente está harta de ser la perjudicada siempre.
Señores choferes de UTA: ustedes son delinuentes. Sin más.

Los Diez Mandamientos de la Buena Oveja

Salió en La Voz del Interior en el día de la fecha. Interesante compartirlo a través de este medio.

Los Diez Mandamientos de la Buena Oveja:

1) Esperarás el tiempo que sea (el que sea) con tal de subirte a la gigantesca arma letal
que manejará un tipo malhumorado…

2) Esperes el tiempo que esperes, no te quejarás, no vaya a ser que el tipo malhumorado
se enoje con vos y te conteste mal o te amenace con bajarte del vehículo.

3) Una vez arriba del arma vehicular, te introducirás como puedas en la muchedumbre y
soportarás estoicamente el tiempo que demande llegar a tu destino. Empujarás y
lucharás por un lugar de donde agarrarte, porque

4) soportarás, callada la boca, los saltos que pegue el colectivo cuando el chofer decida
no frenar en badenes o lomas de burro, o te someta a frenazos en cada parada,
acelerones después de cada frenazo, volantazos en cada curva.

5) Te fijarás en el noticiero cada noche o en el diario cada mañana a ver si va a haber
colectivos o si los choferes decidieron nuevos paros o asambleas, para conseguir que les
aumenten un salario que es mucho mas alto que el tuyo. Si no hay transporte,
conseguirás alguna otra forma de llegar a tu trabajo que pagarás de tu bolsillo, mucho
más estrecho que el del chofer que reclama el aumento.

6) Buscarás cospeles por todas partes, incluso cuando sepas que en tu barrio no se
consiguen tales inútiles artilugios. Si no conseguís cospel, le comprarás a otro usuario,
que tal vez no consiga uno mañana.

7) Si sos peatón o conducís, a su vez, otro vehículo, te apartarás del camino que sigan
las armas letales públicas, tendrás cuidado de frenar en cualquier momento para que no
te choquen dada la urgencia permanente con la que se manejan tales gigantescos
vehículos, aguantarás que no frenen en los pasos peatonales (o incluso aceleren) y sobre
todo, no dirás nada cuando los veas pasar semáforos en rojo o incumplir cualquier otra
norma de tránsito.

8) No te sorprenderá que aquel que se supone controla el buen funcionamiento del
servicio cobre su sueldo de los mismos a los que dice controlar. Le tenderás tiernamente
tu boleto cuando te lo pida, sin ninguna ternura.

9) No exigirás conocer el marco regulatorio del (mal)servicio de transporte, ni
pretenderás saber las frecuencias estipuladas en las que pasará mas o menos cerca de tu
casa el próximo peligroso gran vehículo.
10) Y, sobre todo, pagarás lo que sea por ser maltratado, da igual, 80 centavos, 95, 1
peso con 20, 1 peso con 50, 2 pesos, lo que sea, sin chistar, calladito y muy amable,
pagarás porque tenés que llegar a tu trabajo y mejor tarde que nunca.

Si querés dejar de ser una oveja y que te traten como cliente que sos, como usuario que
sos, si pretendés tener derechos y crees que quizás llegó la hora de exigir como
ciudadano un servicio decente a un precio asequible, si te molesta que en Buenos Aires
con salarios mucho mas altos se pague la mitad que en Córdoba por un servicio mas
eficiente, si preferís usar un poco de tu tiempo en mejorar algo que es TUYO (y no
crees que ningun intendente, si nadie le altera su rutina un poquito, va a hacerlo por vos,
recordando que el Sr. Intendente NUNCA va al Palacio donde dice trabajar, en
colectivo, como vos, que no trabajás en un palacio), si preferís hacer eso a volver a
tragarte el sapo y aceptar las cosas como vienen, entonces es hora de hacer algo.

Sres Lectores: los invito a escrib ir su opinión, adhesión etc. a
poruntransportepublico@gmail.com y a movilizarse como CIUDADANOS QUE
SOMOS, el próximo Jueves a las 13 hs al Palacio 6 de Julio, y el Jueves 14 a la hora en
que se reunan los ediles, frente al Concejo Deliberante, para hacerles saber que les
EXIGIMOS que no suban el boleto, al menos hasta no ofrecernos un servicio
DECENTE.
Y si no, a resignarse como buenos chicos, un poco mas de maltrato que mas da, ¿no? Si
estamos acostumbrados... ¡A moverse!
PD: Los ciudadanos no nacen, SE HACEN.

Lavagna ha decepcionado a todos los cordobeses que creimos en él

La Comisión Directiva de Primero la Gente calificó de “lamentable el imprevisto vuelco hacia el oficialismo que ha dado Roberto Lavagna en las últimas horas.”
Paula Allub, referente de Primero la Gente, se manifestó “sorprendida y decepcionada, al igual que muchos cordobeses que respaldaron a Lavagna en las últimas elecciones, por haber creido encontrar en él una genuina referecia opositora al gobierno kirchnerista que ahora no se muestra como tal.” Y ratificó que “desde Primero la Gente nos mantenemos firmes en nuestra postura opositora a un gobierno nacional que hace de la mentira al pueblo y la corrupción políticas de Estado.”