lunes, 29 de octubre de 2007

Cristina presidenta, qué triste....

Definitivamente es como se dice dentro y fuera de nuestro país: Los argentinos tenemos el país que nos merecemos. Somos el país más bananero de todos. No sólo porque era previsible lo que sucede por estas horas en donde Cristina Fernández de Kirchner ha salido electa presidente de la República Argentina; sino, por el llamativo actuar de la oposición.

Recién ahora, cuando ven que ha sucedido lo que todos temíamos, ahora, cuando la mentira más grande a la sociedad argentina y la subestimación al ciudadano más increíble, será la que dirija los destinos de este país, la oposición decide unirse para poner el grito en el cielo. Que hubo fraude, que faltaban boletas, que hubo gente que entró a los cuartos oscuros con bolsos para robarse los votos y tantas otras excusas (que puede que sean verdaderas)...

Yo me pregunto: ¿Cuando nuestros políticos van a tener un gesto de grandeza y se van a unir contra este tipo de fenómenos hegemónicos que se manifiestan sobre nuestro país? ¿Cuándo los argentinos vamos a concurrir a las urnas con las ideas claras, con las decisiones tomadas sin que hayan sido influenciadas por el chori o el vino? ¿Cuándo mereceremos un país mejor? Una lección desagradable, una más para todos los que queremos algo distinto. Una oposición fragmentada, dividida, inmadura.

El día que el verdadero sentimiento patriota se imponga y manifiesta sobre los intereses personales de nuestros políticos, seremos un país en serio, justo como dice el eslogan kirchnerista (tan mal usado en el presente). El día que nuestros políticos dejen de lado sus intereses personales y todos estén dispuestos a ser indios y no caciques, mereceremos un país mejor.

Unirse era el mejor juego que le podían hacer a la nueva monarca... y no lo hicieron, fue una oportunidad desperdiciada. Una vez más, los argentinos decidimos dejar pasar el tren del desarrollo y el cambio. Tantos candidatos a presidentes es equivalente a tanta desazón, a tanta tristeza...

Alejandro Pagano Zavalía
DNI: 31.061.812

lunes, 8 de octubre de 2007

Resguardar las instituciones

Creo que los argentinos tenemos el 28 de octubre una gran oportunidad. Esta oportunidad es la de moderar el poder hegemónico que hoy nos gobierna votando partidos opositores. Quiero aclarar que estas reflexiones no se originan desde la pertenencia a un partido político especifico, sino que se hacen desde el deseo de construir una mayor institucionalidad en la Argentina, que solo vendrá si el gobierno encuentra limites en fuerzas opositoras que equilibren la situación actual.

La situación actual es conocida por todos. Un presidente que subordina a intendentes y gobernadores (oficialistas u opositores) para que a cambio de fidelidad reciban recursos, un Congreso extremadamente debilitado por los sucesivos renunciamientos que el mismo hizo, una oposición polarizada y con pocas chances de llegar al poder, y lo más lamentable, una sociedad dormida que no reacciona ni se interesa por la cosa pública. El diagnostico debería ser mas profundo, pero basta decir que la debilidad de los partidos opositores y la ambición desmedida de poder del gobierno hacen que hoy vivamos en una situación institucional delicada, con un sistema republicano herido y maltratado.

La solución, más por necesidad que por convencimiento en las propuestas, es apoyar partidos opositores. Porque son ellos los encargados de controlar y limitar a las personas que se encuentran ejerciendo el poder. Por eso estoy convencido que la situación actual que vivimos nace de la falta de criterio que tiene la sociedad a la hora de votar a sus representantes. En lugar de privilegiar candidatos opositores para cargos legislativos, se vota al partido oficialista, sin tener en cuenta que las cámaras legislativas son las encargadas de controlar al poder ejecutivo. Y es obvio que un candidato puesto por el Presidente no va a tener el coraje y la suficiente libertad para controlarlo, menos aún para denunciarlo.

Por lo tanto, y en defensa de la democracia y las instituciones, pensemos bien antes de votar. Lo hagamos con la responsabilidad de saber que en nuestras manos esta la posibilidad de hacer un país más racional y moderado.


Pablo Agustín Cuenca Tagle