DESPIERTA CORDOBA
Por Sebastián García Díaz
Córdoba dormida.
Grande y poderosa
Pero tan tímida.
Ya no veo tu rebelión por las calles.
Ya no escucho tu grito federal.
Indiferente,
como un extranjero, pero en su propia tierra.
Córdoba de las mil excusas.
Pagarás caro tu mediocridad.
Por Sebastián García Díaz
Córdoba dormida.
Grande y poderosa
Pero tan tímida.
Ya no veo tu rebelión por las calles.
Ya no escucho tu grito federal.
Indiferente,
como un extranjero, pero en su propia tierra.
Córdoba de las mil excusas.
Pagarás caro tu mediocridad.
Decidiste adaptarte,
acomodarte en silencio,
y aceptar las tendencias
aunque no te gusten.
acomodarte en silencio,
y aceptar las tendencias
aunque no te gusten.
Dicen que creces.
Pero a mi no me engañas,
Córdoba docta y de las mil campanas.
Te duele la cultura que alguna vez forjaste.
Sabes la injusticia de tus calles, de tus sierras, de tus llanos.
Que me dices si te digo, Córdoba anónima,
que pronto venderás tu alma por unas monedas...
¿Qué le ofreces a este joven,
Córdoba que nada ofreces?
Dame banderas para que defienda.
Dame horizonte y construiré una utopía.
Pero, te pido Córdoba, ya no duermas;
Despierta del letargo, que llegó tu hora.
Despierta Córdoba. Ya no duermas.